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Esteban Lucitande, el Cofán del viaJe, recuerda que la Texaco avisó al misionero sobre la existencia de jóvenes Tetetes que impe– dían los trabajos. En otra ocasión utilizaron como intérprete al Siona Víctor Yiyocuro, de Campo Eno. "En plenas casas salió la compaiHa cuando abría trocha. Como iban más adentro encontraron más Tete– tes, allí no pudieron pasar porque querían matar. Por miedo, avisaron a Víctor, a él lo llevaron para que les hable y no maten a los de la compañía. Víctor había visto sólo a los tres, éstos les comunicaron a los demás y no les mataron" (32). Los misioneros vieron, pues, a tres ancianos; a los dos meses regresaron para ayudarles a hacer casa nueva. "Sólo un lado del techo terminaron porque los Tetetes esta– ban bravos y con el miedo se regresaron pronto a sus casas. La obra no se acabó. Nunca han regresado a visitar otra vez". Más tarde se abrió la carretera o vía Tarapoa y toda la zona fue violentamente invadida por una colonización que no se quiso contro– lar, ni ordena-r. La Reserva Faunística Cuyabeno quedó aniquilada en buena parte y con ella el postrer territorio Tetete. ¿Quedará alguno de ellos para no poner punto final a esta triste historia de exterminio? COFANES Aunque confundidos por algunos viajeros poco atentos con sus vecinos Encabellados o Piojés, los Cofanes son comúnmente entron– cados con la familia Chibcha . Históricamente estuvieron asentados en la tierra agreste de las cabeceras del Aguarico y sus tributarios : Cofanes, Chingual, Dué. Fueron nación fuerte y guerrera . De todos modos, los 70000 calculados por el P. Ferrer parece número algo exagerado. Para la época de estos relatos, los Cofanes eran pocos y en asen– tamientos dispersos: Duwino, Dureno y Sinangüé, en el Aguarico ; otros en el río Bermejo, San Miguel, Guamés y Putumayo, en Colom– bia. Como los Sionas-Secoyas, vivieron en grandes casas familiares , de las que, poco a poco, pasaron a la vivienda unifamiliar. Su autori– dad propia del hechicero fue sustituida desde 1920, sobre todo en la parte colombiana, por la figura del Gobernador, separando así los poderes organizativo y religioso , unidos en el antiguo Curaca. Puede calcularse el número de los Cofanes en unos 1000 entre los dos países, Ecuador y Colombia. 25