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DICIEMBRE 17. 8 a.m. En esta gira médico-apostólica Navideña para el Aguarico viaja– mos Miche, el Padre Amunárriz y yo. El doctor Amunárriz prendió el motor, porque las circunstancias y su disposición le permiten ejercer no sólo el sacerdocio y su profe– sión de médico, sino también la responsabilidad de motorista. Pronto llegamos al Yasuní, donde el comandante Salazar nos dio la orden de partir y un buen viaje nos desearon sus militares. A la entrada de Ballesteros paramos donde la Sra. Torres; estaba ella sola con su hija Carmen. Llegamos sin novedad, sin varamos en el río Napo tan bajo, a la casa de don Pedro Vázquez; parece un patriarca, sólo que los acha– ques de su vejez Jos comparte doña Micaela y su hijo Moisés, que los acompaña. Ellos se reunirán con Jos Torres y al regreso se ofrecerá la misa aquí, en su casa. Seguimos al destacamento de Ballesteros; entre ellos el cabo Papa piden la misa, ¿pero y la familia Vázquez y Torres? En Cocaya encontramos al cabo Vargas y a su mujer; son vieja amistad del Pinduyacu ; dos militares más ; saludamos y pararemos al regreso visitándoles. En Puerto Loja tres militares y ninguno visible: se fueron a sus faenas; sólo una amable señora nativa. En el destacamento Castaña un matrimonio .cuencano, son buena gente, que vivían en Yasuní ; tres militares. Uno de ellos llevó a curar a su hijito a casa de Marcos Tangoy : como se vio y averiguando se oyó, este señor hace competencia al natural (yerbas) al doctor. Hacia la 1 paramos en una isla a comer. iQué buena sardina con galletitas Universal, café con leche condensada y la exquisita torta que la sra. Jesusa Reinoso tuvo la buena ocurrencia de enviarnos el preciso momento de la salida de Rocafuerte! iQué maravilla de disfrutar de estos momentos de paz, de oír el rumor de la selva, el cantar de los pájaros y compartir con Jos hermanos el pan en esta hermosa isla, donde las charapas (tortugas) dejaron la huella en la arena! Bueno; seguimos al destacamento militar de Lagarto. Quedamos en visitarles a los cinco militares tranquilamente al regreso. Justo nos sentamos allí a saludarles y pasar un corto aguacero. 211