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20 En la avioneta vino fray Alfonso Carlos para que fray Anto- nio baje a Nuevo Rocafuerte. También llegan Fernando y Geor– gina de Limoncocha, a donde los habían llevado para una reunión lingüística que han tenido todos los lingüistas y algún indio de cada tribu . ·· 23 A las dos de la noche grita una gallina. Se levanta fray Anto- nio y encuentra un tigrillo dentro del gallinero con una gallina en la boca. Suelta la presa y se va. No habrían pasado cinco minutos y otra gallina corriendo por el patio. Va otra vez el mismo Hermanito y encuentra al tigrillo buscando otra entrada. Le tira un palo y avisa a Nicanor, quien va con la retro, pero ya no lo ven . 24 Comimos la gallina del tigrillo. Estaba gordísima. Lunes. Comienzo la escuela: Misa, plática, Himno Nacional y vacación por ser primer día. Se han matriculado 15 niños (8 varones y 7 mujeres) y 7 adultos (6 varones y 1 mujer). 25 Los niños parecen más sumisos que el otro año. Nicanor comienza a hacernos otro gallinero más cerrado; el de fray Gregorio no sirve. 29 Comienza la vida regular, después de las vacaciones. Los niños asisten todos a las clases desde el primer día, hasta los que viven lejos; dan sensación de hallarse más disciplinados y menos díscolos que nuestro primer año de comienzo en esta tan ardua labor de domar potricos salvajes, como son estos indiecicos, acostumbrados a que nadie les chiste. 30 Domingo. Todos acuden a Misa. Su compostura durante ella es irreprochable; no son risas y conversaciones como al principio cuando el Padre celebraba. Además ahora la Misa es más entre– tenida, pues fray Alfonso Carlos los entretiene rezando y cantan– do, aunque ellos lo hacen cada uno por su lado. Algo es algo; esperaremos que se les afine el oído. Después de la Misa se les obsequia con algunos cigarrillos. El día transcurre en calma y si– lencio. El P. Anastasia se esfuerza en distraer a sus niños, para apartarlos del ambiente malsano que se respira por el pueblo. 160