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11 Sigue el silencio. Muchos se fueron a la Cocha, pues como hace mucho sol pueden ver mejor la caza dentro de la selva. Sólo se oye a los perros, con aullidos tristísimos, casi humanos, lla– mando a sus amos que los dejaron solos en casa hasta su regreso. 12 La Pilarica, fiesta de la Raza, y patrona de nuestra Provincia Capuchina. Sin distinción alguna en el "Calendario Litúrgico" de esta parroquia. Yo amanecí con temblores, no de terremoto, sino de paludismo. Ya es el tercero ; Dios quiera que no me siga dando más. Hoy a la una me anuncia el P. Miguel, por radio, que el P. Anastasio, el Superior, salió este mismo día de Nuevo Roca– fuerte para aquí, el Cuyabeno, acompañado de unos jóvenes alemanes. Pues aquí les espero, con el oído atento al motor, q1.1e llega por el río . 13 Nuestra Señora de Fátima. Misa y actos en su honor, escucha- dos por radio, pues esta iglesia sigue cerrada. El tigrillo sigue dándose buenos banquetazos a costa de los "puestos de aves de esta ciudad". Esta noche se ha comido algunas gallinas del gallinero de nuestro feligrés Gabriel. Menos mal que no se le ocurre venir a visitar nuestro gallinero, pues sus ·visitas resultan muy caras. Hoy me he llevado un pequeño susto: A media tarde ha llegado corriendo la señora Matilde, y gritando que a Elías le había picado algún bicho y estaba llorando y se le hinchaba el pie. Fue ella a buscar lo que le había picado, y estando buscan– do le pica a ella misma en el pie el mismo animal. Y empezó a gritar, con el animal ya cazado. Este era como un erizo chiquito, pero en lugar de púas tenía pelos largos y suaves. Lo echaron al fuego. Yo al principio creía que era una culebra, pero gracias a Dios no lo fue (1). Hoy ya he amanecido mejor, sin temblores, y me encuentro bien. No quisiera quedarme enfermo, para poder atender bien a los que vienen con el P. Anastasio. Seguimos con el oído atento, para ver si oímos el motor... Gritos de " imotor, motor!" ... Al rato apareció la canoa que traía al P. Anastasio con sus acompañantes, los alemanes. Llegado el P. Anastasio, le cedo la pluma. (1) Se trata del famoso "Cbinicuro "de los Quichuas, o gusano-ortiga viviente de la amazonía (nQta de los editores). 159