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O C T U B R E - 1960 Hoy ha amanecido Cesáreo con toda la cara hinchada y con dolor de muelas. Le he dado unas pastillas para que se baje la hinchazón. Por este motivo no ha trabajado hoy en la pista. Tam– poco ha venido Cecilia, pues éste, con Itariano, se han dedicado a preparar el yagé para esta noche. 4 Fiesta de N. P. San Francisco. Día triste en todos los senti- dos, sin Misa y demás cosas de religión, conformándose uno con el servicio de radio, pues novena y Misas las hice por este medio. Lo mismo estoy haciendo con la Virgen de Fátima. Por otro lado, en la más completa soledad, sin disponer ni de Padre o Hermano para celebrar este día con un poco de animación. Me contenté con repasar con la imaginación la alegría y funciones de nuestros conventos en este día. Los "yagistas" estuvieron toda la noche haciendo "oración". Como ellos dicen "viendo bonito", pues ven a Dios, al diablo, animales y cosas lindas. Cuando llega al extremo el "fervor" comienzan sus cánticos, siempre la misma tonada. Se dejaron sentir desde mucho an,tes de amanecer y continuaron hasta cerca del mediodía. No dejó de llover hasta que callaron; no me extra– ña. Los "yagistas" pasaron con la cara bien triste hacia sus casas, con sus hamacas y demás cosas de dormir.. Hoy no trabajaron en la pista por mal tiempo y por haber estado algunos peones haciendo "oración" por la noche y medio– día . Además será mejor parar los trabajos. Según indicaciones. de los Superiores, oídas por radio, he determinado parar las actividades hasta que llegue el P. Anastasia y decida él. 6 Esta mañana salió Itariano, con su mujer, hijos, perros, etc., para cuatro semanas, para "arriba", para hacer canoa. 10 Otra vez me repite el paludismo. Hacía las cinco de la mañana aparecieron los escalofríos. También volví a echar todo lo que te– nía adentro; así queda uno descansado. Me pasé toda la mañana en la hamaca, pues después del ataque queda uno como si le hu– biesen dado una paliza con un palo. Gracias que no se le ocurrió venir a nadie. Por la mañana no pude prender la radio, porque mi cabeza no parecía muy segura y se me iba y no quise levantarme. 158