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con nuestra engreída ignorancia rechazaríamos su cultura convirtién– dolos en salvajes, no civilizados o, como en caso extremo se afirmó, irracionales, sin alma. Decía que no es este el momento para trasladar a la escritura (em– presa pendiente y nada fácil) su memoria oral. Los relatos que pre– sentamos son evidentemente historias de blancos, aunque puede ob– servarse en ellos una graduación progresivamente favorable hacia el respeto y diálogo cultural. Ahora, muy esquemáticamente, revisare– mos lo que otros "extraños" dijeron de la gente indígena que pobló esta región de Aguarico a partir de la llegada de testigos occidentales; ello nos ayudará a comprender las actitudes de quienes, mucho des– pués, escribieron estos relatos. 8) Encabellados, siglos XVI· XVlll. La arqueología de esta zona no es todavía tan completa como para identificarnos con precisión a los habitantes de tiempos remo– tos. En las riberas del río Aguarico y sus afluentes se han recogido una pequeña variedad de muestras (7) en las que se identifican cuatro fases, la más evolucionada de las cuales, Fase Napo, se debería al désarrollo en la zona de la civilización Omagua. Ninguna evidencia relaciona el desarrollo de estas fases con la presencia de los Tucano Occidentales. Hagamos enseguida un paréntesis, por más que resultará obvio a los iniciados: llamamos Tucano Occidentales a los grupos indígenas derivados de ese tronco lingüístico. Quienes les visitaron después de la conquista les llamaron Encabellados, debido a la costumbre que tenían de dejar crecer el cabello hasta los hombros y acicalarlo cuida– dosamente. Bajo esa denominación común nombraron a muchos grupos. Por ejemplo, Velasco (1746) hace esta relación: "los Encabe– liados eran Acuteres, Guajoyas, Guasitoyas, Güencoyas, Neocoyas, Paratoas, Juenqueyaes, Yairazas, Yaguas, Yashoes. Los Payaguas: Bi– tocuros, Zeonqueyes, Ziecoyas. Los Putumayos : Ahives, Yetes, Ye– queyes, Zías... ". Decíamos que no hay nada decidido sobre su antigüedad en el área , aunque los indicios permitan situarla muy atrás. Los estudios lingüísticos tampoco aportan hasta hoy pruebas terminantes sobre ello. Hasta que estas ciencias establezcan con más rigor sus resultados quedamos a expensas de los relatos de quienes visitaron la región . 12
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