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El 8 de septiembre de 1984 la Prefectura pasa a ser Vicariato Apostólico, siendo elegido como primer obispo del mismo Mons. Alejandro La baca (m. 21 de julio de 1987 en una visita a los Tagaeri). ll. EL RIO AGUARICO: BREVE HISTORIA. A) Las dos historias. El cantón, cuyo territorio iba a atender la Misión, tomó el nom· bre de uno de los principales afluentes del Napo , el río Aguarico, o Ahuarico como le hacen constar en mapas antiguos. Por los aflos 1950 era un río poco habitado, pues la guerra del 41 tuvo en las riberas de su curso inferior algunos de sus p•lntos más candentes. Antes había sido región con bastantes haciendas, un buen número de las cuales, tras el conflicto, pasaron al Napo y otras, sobre todo de dueflos colombianos, fueron a establecerse en el río San Miguel. Mas para la memoria indígena todas estas gentes apenas son recién llegados. Los viejos Sionas hablan con precisión, incluso tra· tándose de fechas, de lo sucedido en este siglo, en el que han conside· rado todo el curso medio y bajo del Aguarico, a partir del Eno, como territorio propio. Para los tiempos anteriores y hasta sus orígenes, las narraciones orales de estos pueblos sin escritura nos ofrecen histo– rias legendarias en las que se transmite una permanente resistencia por vivir libres. Se narran peleas con naciones vecinas, llámense Zápa· ros, Avijiras, y aun hermanas, como los Tetetes (6), o escaramuzas defensivas contra invasores blancos, que tuvieron por nombre solda– dos, misioneros, comerciantes, hacendados. Sin embargo, no es éste el lugar para mostrar ese sustrato de me– morias elaboradas a través de los aflos y que constituyen su historia : Una experiencia comunitaria guardada y transmitida sobre todo por medio de sus jefes de clan o hechiceros. Esta es la historia de la "gente" (pai, bai, mai, etc, la misma palabni con leves variantes según los grupos, con la que se identifican a sí mismos frente a los que no son gente, sino extraflos, otros); de esa forma se constituyen en gru– po humano, después en pueblo, pudiendo vivir hasta hoy, pese a la historia blanca, como naciones originales. Desconocer esa trama o fundamento de su vida fraguado junto a otros materiales míticos y religiosos, es renunciar al diálogo humano o cultural con ellos. Pues 11

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