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«Eslimo que lo m:,s imponantc en estas Obl'üf:; de :1postolado e¡; que se hallen t\ot.ntlas Ue los atrac– ti\·os fu1·mnles sulil'icntes para lO– grar una efkacia lo m:.ís amplia posible. Si impot·t;¡ mucho en ellas la solidez de la doctrina, es con– dieiún imlispell~able que esta uoc. trina se halle presentada y ex– puesta de tal modo que llegue a interes:tl' ~- retener al lector me– dio. »F'l':.l:'-' Co~ndido de Viñayo, apli· ca, a mi juicio. pl'Ocedimientos ex– cclcntc.s pan1 despetar inteJ·és. El mCtodo epistohu· suele produci¡· ¡·esultados m u y buenos. pOl'que humaniza y at.:Cl'Ca a todos y ca– Lla uno de Jos JectOJ'CS lo que en el libro se dit:e. En realidad, todos vienen a set· como ese co– JTesponsal cnballcl'O<.;O e interesa– do al que el autor se Llil·igc; to– dos se sienten tol'ados en algo, todos pueden cslimar alguna . o algunas de las cal'tas como dil'i– gidas concretamente a ellos. Po1· ou·a pa1·tc. el cslilo apropiado que fr<tY Cúndido emplea, llano Rin ,-uJgal'idaU, elc,·ado s in engola– miento. es el m[1s apto p:H·a con. \'Cl1CCI', »Ht.: aquí la l:P'<lll Yil'lud form;J.! de este libro. En cuanto a las fundamcnt alcs-puc$tas Oc rclic– "c pol' la forma-. me pa1·ccc un gTan acic1·to el toc<ll' los proble– m as Yi \'OS en el llom IJ¡·c de hoy . La doctrina del t<;vn ngclio es ctCI'– na. 1-la.v que enfl'entaf· a l hombJ·e <.:on los p1·oblemas que la \'ida ac– tual le ofn::ce y ayudarle a resol– ,·e¡·los ilumin[uHJolo con la lu:t de la ,-cnlad. >>Esto !lace fray C[llldid'o, pot· lo cual tel·mino dcda¡·ánUome el prime¡· benelici<.~do y favorecido de la lcctunl de estas magistra– les Cartas a un caballero cristia– no.» (Del Prólouo de don Nico– lás Gon:túlez Hui:t.l