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CARTA 39 «VIVA EN EL PORVENIR» Carisimo en Cristo: Al ponerme hoy a escribirle vi– nieron a mi memoria estas palabras que le! hace tiem– po en el Epistolario del P. Lacordaire: «Viva en el por– venir. Es el gran asilo y la gran palanca.» Vivir en el porvenir es tener puesto el pensamiento en la vida futura que esperamos más allá de la tumba.; es hacer que todas nuestras obras lleven consigo ger– men de inmortalidad. · Esta vida eterna, en la cual entraremos un dia, pa– sado el túnel de la muerte, debe ser «el gran asilo» adonde nos acojamos en medio de las borrascas del mundo, y «la gran palanca» en la cual estriben nues– tras decisiones, nuestras empresas, nuestras obras. En suma, viajeros del tiempo, hemos de vivir para la eter· nidad. Usted es cristiano y, como tal, debe creer y recor– dar con frecuencia este dogma de nuestra religión ca– tólica que confesamos en el Credo cuando decimos: «Creo en la vida perdurable.» Esto quiere decir que afirmamos que hay un más allá después de la muerte. Esta creencia ha existido en los pueblos de la ant!~ güedad; la proclaman nuestros deseos constantes y ar– dientes de verdad, de justicia y de felicidad que no po- ~ 195 ~

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