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rame cubierto de lodo' ... No olvides que soy la misma debilidad y necesito de tu divina gracia para no SU· cumbir en la lucha cotidiana de la vida.>> Si lleno de fe y confianza se vuelve a Cristo, por mu· chas veces que haya caído, El le responderá siempre, alargándole la mano, y le admitirá en la barca segura de su divino Corazón, en donde podrá navegar hasta llegar al puerto deseado. No retarde más, amado hermano, su retorno a Dios, que le espera con los brazos abiertos; vuelva de nue– vo a ·su abrazo para que recobre la paz del alma, y con ello llenará de alegría el. corazón de su afectísimo en Cristo .Jesús, FR. C. DE V. - 171J-