BCCCAP00000000000000000000257

CARTA 28 SEDUCCIONES DE LA VIDA Carfsimo en Cristo: No pensaba yo que usted, des– pués de hablarle en mis cartas de Jo seria que es la vida y de la necesidad de huir de sus ilusiones, me iba a replicar de esta manera: «Cierto qüe la vida es seria, pero tiene también sus atractivos, y no es de extrañar que hombres como yo, en ocasiones, nos dejemos se– ducir de ellos.» Esto que usted me replica en su última me da tema para escribir la carta presente. Ante todo, he de decirle que, al hacerle ver la se– riedad de la vida, no he pretendido, ni mucho menos, que usted esté siempre serio y pensativo como una es– tatua . de Buda. El tomar la vida en serio no quiere decir que no hemos de alegrarnos nunca. Hay alegría honesta hasta santa podemos decir, que es compati– ble con una vida seria y ordenada. El hombre, natu– ralmente, necesita expansionarse, descansar de su tra– bajo, dar alivio a su cuerpo y solaz a su corazón con los honestos placeres que la vida nos proporciona. Sepa, además, que hay operaciones necesarias para la conservación del individuo y de la especie humana, que llevan consigo cierto deleite o satisfacción que Dios ha puesto en ellas, con el fin de impulsarnos a

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz