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CARTA 23 EL COMPLEMENTO DEL HOMBRE Carisimo en Cristo : Como habrá notado usted en mis cartas, voy procurando el estudio del hombre para en– señarle el recto ejercicio de sus facultades, a fin de que se haga un caballero perfecto. Para que el hombre alcance su perfección moral es preciso que sea religioso. La religión es un deber, pues toda criatura racional ha de reconocer los derechos de su Criador y rendirle los homenajes que reclama el su– premo dominio que ejerce sobre todas las cosas. Pero la religión no es tan sólo un deber, sino tam– bién una necesidad. Es el complemento del hombre. Sin ella está incompleto, como el templo al cual falta la bóveda. Un hombre sin religión no puede ser perfecto, porque le falta algo que reclama lo más intimo de nues· tro ser. Sólo la religión satisface pl-enamente las aspiraciones de nuestro espíritu. Ella se apodera de todo el hombre para obrar en él la transformación más maravillosa. Toda nuestra psicología está pidiendo que nos ponga– mos en relación con Dios, que es el único que llena nuestras facultades. Todo hombre aspira a la verdad sin mezcla de erro– res. Principalmente necesita conocer los problemas tras- -llb-