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en armonía . El sabor de la ainistad ,'de la fraterna. convivencia es más sabroso que un buen pescádo frescoo la carne tierna de la Lumucha. Y en ello la naturaleza se abaja al complicado espíritu de los hombres para echarles una mano, antigua y sabia . · · A las ocho y cuarto l a selva se aclara por la margen derecha y se ve una quebrada de aguas negras , cubierta por Guabillas y Huiririmas . Poco antes de que comience a llover los viajeros se entretienen mirando a un grupo de juguetones monos Chichicos , del tamaño de una ardilla. Se suelta la lluvia, y llueve casi una hora . Los viajeros van cubiertos con sus encauchados de color verde selva , perfectamente camuflados . Manuel dispara a un caimán al que localiza un poco tarde, y después no sucede nada, Sobre la arena de una playa , mucho tiempo después , se ven tres o cuatro palos clavados ,. restos de algún campamento de cazadores } Los viajeros piensan que el viaje se está concluyendo. En el mapa de Manuel el río se acaba hoy según unos cálculos abultados de la tarde anterior . Nadie está muy seguro.Manuel insiste y asegura que los cazadores y leñadores suben durante muchos días , remontando las aguas del Tiputini . Incluso alguien puede haberlo hecho a motor. En las orillas bajas aparecen grandes manchales de palmas Shapajas con las hojas verde mar y el tallo de la flecha rojizo y duro . La Shapaja es símbolo de casa, de asentamient~ de calor humano. Los Quichuas las cortan para levantar sus viviendas , y hay en este lugar tal cantidad de ellas, que ahora indican lejanía , un largo camino bajo el cielo hasta la confluencia con el Napo . - 85 -