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acomoda ahí mismo su reverbero y sus ollas y prepara la cena. Con los machetes se allana una banqueta sobre el piso blando y Miguel Angel echa encima el plástico azul. Angel que está muy cansado de remar y tiene los rifiones molidos se acomoda a descansar. A la luz de la linterna de gas se va cociendo la cena: pava con arroz y plátanos maduros cocidos al vapor, En el reverbero las ollas hacen turno. Los v~aJeros están ahora sentados sobre la banqueta y gritan hacía el otro lado del río haciendo el tonto y remedando al eco. La selva devuelve los sonidos, nítidos,burlones. Los viajeros se ríen y vuelven a gritar. El cansancio continúa, pero el malestar cede ante el rico plato de Pava con arroz . Todos cenan bien, y repiten. Cuando ya no queda nada, Angel asegura la canoa y se recogen los platos y las ollas amontonándolos sobre la arena para lavarlos al día siguiente . El río sigue mermando. Los viaje– ros suben la pendiente y se echan a descansar. Angel tiene calor y le cuesta dormirse . Juan Santos rastrea la noche con la linterna de mano y_después de cargar la escopeta se duerme en seguida. Los viajeros se levantan renovados. iGracias, oh Dios;, gracias! Desayunan con calma esparciendo paté sobre las galletas. Los bultos de cc;>mida han ido desaparecíendoa lo largo de los dS.as, -y.· ahora la carga ocupa muy c6modamente el centro de la canoa. Reaparece la mariposa mascota y se desliza un bufeo frente a la canoa. Nada ínte~fiere en el buen esp1rítu de los viaje– ros, que se han tomado con calma la productiva tarea de vivir - 83 -