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- iQué bien huele! - dice Miguel Angel desde el río. La Mota frita es un pescado exquisito, sin espinas. Con la cabeza .de largos bigotes se hacen sopas para chuparse los: dedos . Angel se prepara una taza de café con leche condensada. La leche tiene un color amarillo subido y está cristalizada en el fondo. Los viajeros no parecen tener prisa, y charlan mientras esperan que salga el sol . Descansados y con los estómagos llenos se les ha despejado la lengua. En media hora hablan más que en todos los días anteriores juntos . Aún no sale el sol. Una espesa boira cubre la selva y el río. La temperc.tura es suave, normal. Los viajeros saben que después de la niebla habrá un día despejado, de mucho calor. Manuel toma las precauciones del caso y se embadurna de crema Hinds, piernas y cara. Juan Santos c~ee que es mejor darse la crema al fin de la jornada. El sol con la crema tuesta la piel que luego sale a tiras o se desescama. Los insectos están saliendo de su letargo nocturno. Unica– mente las hormigas parece que no durmieran nunca. Se ve a una gran hilera de ellas que ·descienden de un árbol cargadas de hojas . Los v.ir : jeros no comprenden qué es lo que pretenden las hormigas acaparando 5in cesar durante las pocas horas de su peregrinar.Con un poco de humor cabe pensar que sus instintos han sido desviados maliciosamente hacia. un productivismo capitalista en favor de una reina golosa. Porque, ia ver! lcuándo cerne una hormiga? iQue lo que es trabajar •.• ! Ya en el río la niebla desaparece como aspirada por. un gran puLuón, y brilla el sol radiante, rabioso desde las pri– meras horas.Se precipita.. a tumba abierta por la única ventana de la selva que es el agua. Los viajeros se hunden contra la canoa. - 64 -