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Son las ocho aproximadamente.Delante hay una quebrada seca con un pequeño yerbín, palos, y agua que viene de la curva siguiente del río y se represa . Es la hora de tomarse algún desayuno con tranquilidad . La pava está tierna, muy gorda, y se cuece muy pronto. Angel prepara la masa y arregla las tortas de trigo. Los via– jeros tienen un excelente apetito . La mañana, que ha venido manteniéndose inestable , se rompe, y comienza a llover . Bajando , a la margen derecha, bajo una docena de yutsos señeros y r etorcidos, el agua ha formado un camellón de arena lo suficientemente amplio para alzar la carpa . Tampoco hay mucho que elégir. Con la práctica de los d·~a·s .¡mteriores todo está arreglado en muy pocos minutos. Los viá)eros extienden sus camas, sin mosquiteros , y se duermen. Al despertarse sen ..las tres. Ha dejado de llover , y los yutsos gotean sobre la ~rena unas gotas gruesas, espaciadas, gotas que caen sobre las espaldas produciendo una sensación desagradable . Envuelta en una bolsa de plástico verde está la Raya que hay que preparar. , Tiene la piel superior como la lija y sale bien al estirarla ;;¡. pesar del pringue resbaloso, una especie de baba . La carne es blanca. No huele. Juan Santos, ayudado de Miguel Angel mete el cuchillo y corta . las partes más carnosas. El reste hay que desaprovecha~ lo ya que la .Raya pesa al menos diez kilos. Miguel Angel lava los platos y las cucharas y los ordena en un pequeño estradillo construido con palos . Las tazas las cuelga por las asas de los brazuelos de una estaca. Cada cosa en su sitio , limpia y sin arena . - 62 -
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