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tiempo en que fueron muy solicitadas en el mercado inter– nacional y la selva quedó esquilmada. Ahora se pudrían por el suelo o las comían las hormigas . En la selva hace calor, húmedo y pegajoso. Zumban en el aire unos zancudos grandísimos, estilizados, poco amigables. Estos zancudos le pueden hacer a uno la vida insoportable ; sobre todo de noche cuando el cazador se encuentra perdido sin ningún cobijo . Los dos hombres los apartan a manotazos y se quitan el sudor con la gorra. Hay abejas en la gorra, y en la espalda . Son tan mansas que se puede jugar .con ellas en la - mano y no huyen. Los indígenas las llainan "Ui6hqcLi. Mama" , Madre Dulce. De r egreso al campamento va siendo el mediodía. Angel , Manuel y Niguel Angel cruzan el río en la cari()a para colocar dos trampas para Bagre, y luego Mi guel Angel cqge ;.el hac~a y se.: va en busca de su yuyo. , · · .·< .···· · Hedía hora después los viajeros se bañan cerca delá: ·danoa. Hanuel y Angel se afeitan. Miguel Angel y Juan Santós esperan hacerlo algún día en Rocafuerte. En este momento se hacen algunas fotografías aprovechando la. buena luz. · El río ha crecido un poco. Es la hora de calentar el reverbero y poner l a olla •. La sopa de tortuga s e va a calentar por • tercera vez ; ésta, la definitiva. Con ios dos huevos que quedan Juan Santos pre– para una tortilla de cebolla, huevo y cebolla. Hás cepolla que huevo o Y torfa~· de ·trigo asadas. ! l-. La playa se ha .llenado de mariposas, amarillas, blanca§ y marrones, docenas de mariposas que flotan como confetti y ' se apiñan en busca de cualquier sustancia sobre la arena húmeda. ~ 57 -