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y lugares paralelos en el río Napo , Ahora estarnos aquí o allá, frente a esto o aquello . ¿Quién sabe? Al mediodía los viajeros ven una choza destartalada, mejor cua-tro h0:j <1s de .shapaja en un sotillo cerca de una playa alta, y a la vuelta del meandro desemboca un río de color terroso. Es el Tihuacuno. Es~á lloviznando y los viajeros se han cubierto con sus encauchados rnari~eros . La conjunción del Tihuacuno con el Ti– putini forma una ancha laguna con palos y troncos de arrastr~ En los días de grandes crecientes este lugar debe ser temible por los remolinos. En el tiempo que llevan navegando, los viajeros han visto una Capihuara, varias tortugas y un caimán. Los caimanes han dado muestras en todo momento de ser vivísirnos. Duermen con un ojo abierto y el otr o en vigilia . Ahora el Río :J..:;ü Tit::mpo se ensancha y pierde alegría . Orillas bajas y lodo bajo la · lluvia tenaz y . aburridora . Dos bufeos vienen a hacer la corte y l1iguel Angel se gasta en · ellos pa;."te de su película. Pasan luego algunas horas monóto– nas , siler.ciosas . Sale el ~el, picante, traidor. Nadie Habla. Los viaj er os se detienen en una playa a tornar un pinol y a estirar las piernas. Parece una playa a pr.opósito para pasar la noche, pero cuando una nube de Arenilla se abate sobre sus carnes, los .viajeros suben a la ~anoa y huyen de allí corno alma que llev:a el diablo . · , A media tarde la canoa d,eriva frente a una pequeña playa sobre :a que se ven conchones de lodo seco y cuarteado. Anteriormente el río pasaba por ahí . Se rompió el meandro y el cauce se cu1rió de arena . ,LU ¡e.go poco a poco se lo fue comiendo la selva • • 1 . . - 51 - .

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