BCCCAP00000000000000000000255

Las orillas son en adelante bajas . En ellas abundan las Tangaranas, árboles delgados y rectos que los indigenas emplean como palos travesaños en sus chozas. Hacia el mes de marzo estos árboles florecen en racimos de un rojo fulgurant~ En algunos lugares, las Tangaranas forman verdaderas manchas, sobre todo alli donde el rio, a su paso durante las crecien– tes, deposita lodo y hojas secas. En perfecta formación, uno, dos , dos, vuelan cinco Guaca– mayos azules . Los viajeros han decidido no cazar nada este dia, yQ que sobre la canoa llevan una gran olla de tortuga con arroz , de lo sobrante. Al ir a lavar una de sus zapatillas Manuel pierde la lima que habia dejado dentro sin darse cuenta. - iY me babia costado ochenta sucres . .• ! Para este momento los v~a]eros han perdido, por orden: Juan Santos su gorra. Miguel Angel un tenedor. Angel un anzue lo de l os t erribles y Manuel l a lima. P~rdidas, al pare– cer, a excepción de la lima , poco sensibles . Son las diez y cinco en el reloj de Manuel, quien grita a Juan Santos: - iAnota: rio grande por la margen derecha! - Anotado - dice Juan Santos s i n volver la cabeza . - lDónde? - En l a memoria, que la tengo fresca . Pocos minutos después los viajeros escuchan el zumbar de los motores de un avión que vuela de SO a NE. Angel supone que se trata de un avión del e jército que vuela de Pastaza a Tiputini. A los viajeros les parece que hacen cábalas inútiles desde el laberinto en que se encuentran. Pero se di– vierten identificando ruidos,calculando kilómetros imposibles - 49 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz