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goma. A la mano una escopeta española del calibre 16. Juan Santos usa gorra ele visera, camisa verde oliva ya muy usada, pantalón corto también verde oliva, y va descalzo. Apoyada en el asiento lleva üna escopeta Stevens del ca– libre 16. Manuel usa también gorra con visera, camisa amarillo yema, pantalón corto de tela de ~abardina y zapatillas de lona. Cerca tiene las botas de goma. En la mesa de la canoa, al alcance de la mano, un ar·pón de tres puntas y una escopeta española del calibre 1p. Los cuatro llevan m."lchetes bien afilados y navajas. Juan Santos usa tambiéP un r,uñal de monte y una bolsita de mano amarrada al cin~~ur·Ón pa!'é'. llevar los cartuchos. En medio de la canoa van las bolsas de caucho con las camas y las cámaras de fotografías,cinco bultos con la comida y los cacharros para la cocina. Al fondo de todo el motor Yamaha, er-vuelto en una lona, y quince galones de gasolina mezclada con aceite. Otras cosas imprescindibles en la canoa son una lima, un hacha, y el botiquín del Doctor. Todo va cubierto con el plástico rojo y asegurado por las falcas con los dos palos de teca que sirven para sujetar la lona de noche . Son las ocho y media de la mañana. Se oyen gritos lejanos de aves, y luego el silencio se deja sentir sobre el golpear espaciado de los remos. Las orillas están cubiertas de yerba y musgos. Entre la maleza crecen flores amarillas, rojas y lilas. Cien metros por delante de la canoa suena el agua. Los remos se levantan y Manuel alarga la mirada. - Hay un tronco caído en medio del río - dice. - 3G ·-