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UN LARGO VIAJE China a través de los ojos de los Capuchinos INCULTURACIÓN Los jesuitas comenzaron bien, pero las controver– sias sobre los ritos chinos, primero entre los domi– nicos y los jesuitas, después extendidas a los altos grados de la jerarquía eclesiástica, que acabaron con sanciones y prohibiciones, han hecho difícil el trabajo evangelizador en China. Una de las primeras dificultades era el problema de la lengua: en primer lugar una lengua de la corte y de los literatos utilizada para las oraciones; en segundo lugar la lengua culta de la administra– ción del estado; después la lengua popular para el catecismo y la predicación; por último el latín para la liturgia. Esta diversidad daba no pocos proble– mas en la elección de la lengua entre el nivel culto S. Martín fumando la pipa. 44 El P. Berardo de Lorca tomando el te con un musulmán de Pin– gliang. y el popular, poniendo de relieve, ulteriormente, los límites de los misioneros en este campo. La liturgia y la música, con el canto, son muy dis– tintas de cómo se realizan en Europa, lo que cre– aba notables dificultades a los misioneros. Los fu– nerales, por ejemplo, se desarrollaban como eventos públicos, con la utilización del color blanco, de la música y con un aire de fiesta. Para su hábito (vestido) los misioneros eligieron el estilo chino: un hábito largo abierto a los lados, una chaqueta con las mangas largas, el gorro, el cal– zado de tela y los calcetines. También para los edificios la elección recayó en proyectos de estilo chino: así se construyeron las iglesias y las casas, y también los campanarios y los sagrarios.

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