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UN LARGO VIAJE China a través de los ojos de los Capuchinos LOS LUGARES DE LA MISIÓN La provincia del Kansu, situada en el Noroeste del territorio chino, dista de Pekín más de mil qui– nientos kilómetros, y confina a este con la región de Shensi, al sur con la región de Szechawan, a oeste con el Tíbet y al norte con Mongolia, de la que está separada por la gran muralla china. En la época de la misión, en un territorio de unos 32.500 km 2 vivía una población de alrededor de siete millones de habitantes. Al Kansu oriental, que pertenecía a los capuchinos alemanes, correspondía la región de Pingliang, que en 1930 fue convertida en prefectura apostólica, pasando a depender de los misioneros españoles de Navarra-Cantabria-Aragón. El resto del vica– riato del Kansu oriental pasó a llamarse Vicariato de Tsinchow. Aunque la región se encuentra sobre el mismo paralelo que la parte norte de África, las temperaturas experimentan oscilaciones muy fuer– tes, ya que van de los 17° bajo cero del invierno a los 45°-50° sobre cero del verano. La zona, dotada de bosques tupidos, está rodeada de altísimas montañas y posee campos tan fértiles que produ– cen dos cosechas al año, aunque las largas sequías los pueden convertir frecuentemente en tierras muy áridas. La fauna es muy rica: predominan los camellos, mulos, cabras, animales domésticos y una gran variedad de pájaros. La historia del Kansu de aquellos años ha sido es– crita con páginas compuestas por una ininterrum– pida serie de plagas, carestías, pestes, guerras e in- 41 cursiones de bandidos y ladrones. Los habitantes del Kansu eran completamente ex– traños a cualquier tipo de actividad comercial; se trataba de un pueblo que no conocía ni la electrici– dad ni ningún otro tipo de transporte. También la bicicleta fue introducida gracias a la llegada de los misioneros. Todo esto era en parte justificable por el hecho de que en el Kansu tenían que extraer el agua de pozos muy profundos y buena parte de los recursos se gastaban en ello. LA CASA Las casas típicas del Kansu estaban constituidas normalmente por una planta sin ventilación al– guna, excepto la de la puerta de ingreso. En aquel lugar interior y uniforme se desarrollaba la vida de Frailes capuchinos sobre el típico Kang

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