BCCCAP00000000000000000000253

OBSEQUIO DEL AUTOR Dedico estas páginas a todos los misioneros y m1swneras que, en estos primeros veinticinco años, han consagrado sus afanes y sus "sudores" -no es metáfora en este caso- a la promoción humana y cristiana de los habitantes de la región del Napo y sus afluentes. Quieren ser un homenaje de sincera ad– miración y de cordial afecto, ante todo, a mis hermanos de hábito, todos ellos entrañables compañeros en los lejanos años de forma– ción, unos como condiscípulos, otros como alumnos. Y un tributo de aplauso también a los demás evangelizadores, hermanos y her– manas de varios institutos, misioneros seglares, maestros, cate– quistas, que comparten fatigas e incertidumbres, alegrías y éxi– tos. No me ha cabido la suerte de ser uno de ellos, pero los he vis– to de cerca, en el tajo; he convivido con ellos sabrosamente; he viajado con ellos río abajo y río arriba; les he oído alternar con los indígenas en la lengua de éstos e identificarse con ellos como si fueran también hijos de la selva. Que este modesto testimonio les sirva de estímulo para seguir adelante, redoblando sus esfuer– zos, en la tarea de implantación de la Iglesia en ese territorio en trance de profunda mutación. No resulta fácil el quehacer de historiar cuando falta aún la perspectiva del tiempo y viven los protagonistas de los hechos. He procurado moverme en una línea objetiva, tal vez con mayor sobriedad de lo que algunos hubieran esperado. Aun así no falta– rán omisiones o apreciaciones poco ponderadas. Mis fuentes de información son, ante todo, de índole documen· tal, tomadas de los siguientes fondos: Archivo del Prefecto Apostólico, actualmente en la residencia de Coca, diligentemente ordenado y catalogado por monseñor Lan– garica en persona. -5-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz