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En esta misma línea merece rnencwn particular el Proyecto de Ayuda Familiar elaborado por la prefectura en 1972 y llevado a efecto con la garantía legal del IERAC. En virtud de ese plan, la prefectura ponía a disposición de los socios pobres de las co– operativas medio centenar de cabezas de ganado vacuno, a razón de un máximo de dos por familia en el primer programa; el be– neficiado reintegraba el 1m;cio del ganado después de la segunda cría, quedando con ello de propiedad suya. La prefectura facili– taba, además, el necesario asesoramiento y asistencia técnica (6). En las frecuente reuniones tenidas esos años se fue insistien– do en una dedidación más específicamente pastoral, a poder ser cua– lificada, por parte de los sacerdotes, y un alejamiento progresivo de los hermanos no clérigos de las responsabilidades administra– tivas y técnicas, transpasándolas decididamente a los seglares; al mismo tiempo se reveía la necesidad de definir mejor la figura individual y comunitaria del capuchino, como ya se dijo en otro lugar. Es interesante comprobar a este respecto que, ante el mul– tiplicarse de centros habitados con necesidades pastorales ina– plazables, los misioneros, en vez ·de dispersarse como se tendió a hacerlo en el primer decenio, han optado por concentrarse en tres residencias -Rocafuerte, Pompeya y Coca-, con el fin de estrechar la vida fraterna y desarrollar una pastoral de índole ra– dial. La presencia y acción misionera local se ha dejado más bien, en la zona de la carretera, bajo la responsabilidad inmediata de las religiosas y de los misioneros seglares, reservando al sacerdo– te poco más que lo estrictamente ministerial, a la espera de sus visitas semanales o quincenales. La visita del definidor general, padre Clovis Frainer, en 1974 vino a ratificar a los misioneros en la orientación tomada; en la carta conclusiva del ministro general se hacía hincapié en el es– fuerzo por potenciar y vitalizar la religiosidad popular, la forma– ción de "comunidades de base" con líderes integrados en cada grupo humano, el empleo de la lengua de los indígenas en la li– turgia y la identificación con la índole del pueblo (7). (G) Ar<:h. Pref. Ap. 9-1. (7) Bol. Of. 29 (1974) 115s. -120-
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