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31. EL BRUJO Y LA MUJER DE LA LAGUNA Un hombre marchó a la selva, y allí tomó ayaguasca para ha– cerse brujo. Caminó una semana y regresó para coger más aya– guasca . Luego se fue al bosque y llegó al pie de una gran chorrera . Se bañó, y siguió caminando hasta que vio una laguna. Allí se sentó a descansar. Estaba aún sentado cuando llegó una danta y golpeó el suelo: -¡Toe, toe, toe! Luego silbó tres veces: -¡Chiuuu, chiuuu, chiuuu ... ! En seguida salió una hermosa mujer que comenzó a jugar con la danta y a bañarla. Una tarde salieron a una playa, y la danta, convertida en hombre, hizo el amor a la mujer. El brujo espiaba desde el bosque, y cuando la danta regresaba al bosque hizo una lanza y le atravesó el corazón, para poder jugar él con la mujer de la laguna. El brujo se acercó a la laguna, y golpeó el suelo imitando a la danta: -¡Toe, toe, toe! En seguida salió la mujer. El quiso cogerla; pero la mujer le dijo: -¡No, no me cojas; porque si lo haces quedarás sarnoso! Déjame aún. Voy a traer un remedio para que me puedas tocar sin volverte sarnoso . Se fue y regresó con unas hierbas de Piri-piri ya preparadas, y una taza con chicha de maíz. Bañó al brujo con el Piri-piri, y le dio a beber la chicha. Así estuvieron charlando y enamorándose . La mujer le dijo: -¡Vamos, te llevaré a la laguna! -Me he de ahogar . . . Déjame que te coja del pelo. -Bien está - dijo ella . Entraron en la laguna, y allí había una gran casa. La mujer llevó al brujo adentro, donde estaba el padre de ella sentado. -¡Ven, ven, ven, yerno! Trae ese banco largo y siéntate . El banco se convirtió en lagarto . -Trae ese otro banco- dijo el viejo. El banco se convirtió en tortuga . Entonces le pusieron al brujo cintas de colores y flores en la cabeza . Todas esas flores se metieron más tarde dentro de su cuerpo. Había en esta casa mucha comida: paujil, perdiz, bagre. El brujo se quedó a vivir con su mujer tres meses . 89

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