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15. LEYENDA DEL BULLO COCO Cuentan que un brujo salió a la selva de cacerla, dejando en casa a la mujer y dos hijos. Caminó por la selva, y se perdió. Estuvo así dos meses. La mujer, viendo que no llegaba, se casó con otro hombre. El brujo caminó muchos días hasta encontrarse con un pequeño gavilán llamado "Bullo coco", y éste le invitó a su casa. Alli charlaron y tomaron chicha. Más tarde el brujo llegó a su casa con mucha cacería. Preguntó a sus hijos: -¿Dónde está la mamá? -En la chacra con otro hombre. --Cocináis esto y lo coméis - les dijo. Cuando volvió su madre, los niños le contaron: -Nuestro papá vino con esta carne. -¡Qué papá ni diablos! Ellos le mostraron la carne; pero su madre, llena de ira, la tiró lejos. Los niños la recogieron luego y se la comieron. Vino de nuevo su padre y les dijo: -Esta noche no durmáis . Yo llegaré convertido en gavilán . As! can· taré: "¡Bullo co, co, ca!" Se hizo de noche, y los niños se quedaron a la escucha. Llegó el gavi· lán, dio cuatro vueltas a la casa y cantó. -¡Bullo, co, co, col Los niños le contestaron: -Aún no duerme la mamá. Volvió otra vez el gavilán, dio cuatro vueltas a la casa y cantó: -¡Bullo, co, co, col Los niños le contestaron: -Aún no duerme la mamá. Vino otra vez y cantó: -¡Bullo, co, co, col Los niños le contestaron: -Ya se ha dormido . El papá gavilán entró en la casa, y con la uña sacó los ojos a la mujer y los chupó . Hizo lo mismo con el hombre. Al amanecer, la mujer y el hombre no tenían ojos y preguntaron a los niños: -¿Vosotros tenéis ojos? -SI - dijeron ellos . -¿Y por qué no tenemos nosotros? Estuvieron un rato pensando. Y dijo la mujer: -¿Qué haré? Si me convierto en árbol moriré. Si me convierto en boa moriré. Seré bufeo. El hombre le contestó: -Me parece muy bien. Fueron al rio . La mujer se echó al agua y se convirtió en bufeo Luego salió tres veces bufando . · El hombre se echó al agua, y se convirtió en bufeo. Luego salló tres veces bufando. <Por eso tienen ahora los bufeos los ojos chiquitos) . El brujo cogió a sus hijos y se los Uevó al monte para que fuesen gavi· lanes. -¡Bullo, co, co, co! . . . 49