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48. HOMBRE DEL BOSQUE Cuentan que hace muchísimos años se apareció por Loreto un hombre que vestía pantalón y camisa, y llevaba bodoquera y matiri con muchas flechas de Inayu . Estuvo adoctrinando a un grupo de selectos, y ésos son los brujos de hoy. El les dio grandes conocimientos de las plantas, y les mostró la hechura de las drogas; sobre todo, les dio el poder del soplo. Un día desapareció sin dejar rastro, y seguramente es el espí– ritu maligno que vaga por la selva. -*- 49. ¡ CRECE EL MAR ! Un hombre se marchó a la selva a visitar un tambo en donde tenía guardada una canasta de ropa. Caminó todo el día, y llegó al anochecer . Preparó su cama y se acostó . Pero lo hizo sobre el teja– do, por miedo al Aya. Esa noche soñó el hombre lo siguiente: Tres Ayas vinieron a llamar a su casa . -¡Toe, toe, toe! ¿Qué haces aquí? Te vamos a llevar al infierno. Los tres tenían color blanco hasta la cintura y negro hasta los pies. Uno de los tres era un pariente del hombre . Ese pariente ha– bía muerto hacía mucho tiempo. El no dijo nada al hombre, y se quedó quieto . Los otros dos subieron al techo . -¡Te vamos a quebrar los huesos para cogerte! El pariente levantó la voz y dijo al hombre: -¡Ñugñu yacumi jundan! El hombre del tambo, al oir a su pariente, repitió las palabras: -¡Ñugñu yacumi jundan ! (crece el mar) . Y al decir esto los huesos de los Ayas se quebraron, y cayeron al suelo . Los Ayas gritaron adoloridos: - ·1 vamos a echarlo al infierno! A o que contestó el pariente: -¡No podemos, pues el mar ha crecido hasta aquí! Esto había ocurrido cuando él pronunció las palabras: "Ñugñu yacumi jundan". Los Ayas huyeron, y desde entonces, cuando ellos vuelven a molestar, bastará repetir esas palabras antedichas para que el mar crezca hasta el cielo, y los haga huír. 139

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