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tona y juguetona, con lo que se entiende que no se trata de las serpientes venenosas, sino de otras variedades que pueblan la sel– va. (Nos. 16, 31). El Caimán es vigoroso y fuerte, pero poco astuto. Algo dormi– lón y no difícil de atrapar. La tortuga y el Conejo de indudable sagacidad y pillería (Nos. 9, 26); el Venado es vanidoso (N' 25); el Sapo es mitad diablillo, mitad un ser poco agradable (Nos. 13, 22); la Guatusa es mentirosa y diablo (N• 24) . En general el mundo de los animales está dividido en dos ban– dos opuestos, de lo cual es una buena muestra el rito de la brujería para la curación de los enfermos: a) las garzas, pashuris, palomas, tucanes y aves en general son los partidarios de la salud y de la vida. b) los tigres, boas, serpientes, guatusas, perros de selva, mur– ciélagos y toda serie de animales dañinos al hombre por cualquier concepto son los defensores junto con lngaro, el diablo maléfico, de la muerte y el mal. Las plantas tienen entre los nativos evidente importancia. Existen en la selva variedades importantes, algunas desconocidas en la medicina científica; pero empleadas continuamente por los empíricos. En estos relatos se habla del Huito (N' 38) planta con un tinte negro permanente, usado también como preventivo de la piorrea. Se cita asimismo el Piripiri (N' 1 31) como planta mágica . Las usadas como maleficio o para ritos brujeriles son práctica– mente pocas: la llamada "suru caspi", sirve de "aventador", "la dunduma 9,uihua", la "tsicta", el "Lan" o Yaguar huiqui, y las más comunes,' Huantu" (floripondio) y "Jayaguasca". En este punto se precisa una mayor y más dedicada investigación ahora que aún es tiempo. 3 - PERSONAJES.- Es claro que el personaje central de todos estos relatos es un BRUJO. Todas las características corres– ponden: 12 a) Es un bebedor de Jayaguasca. (Nos. 30, 31). b) Es un hombre libre de prejuicios: siendo casado se junta a otras mujeres (Nos. 31, 36, 37); mata a su hermano (N~