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Curiosamente también en esta parte donde se desarrollan los relatos, la mayoría de los toponímicos no son de origen Quíchua, sino Cayapa, Colorado o Tupí Guaraní. Por ejemplo: Aguarico, Na– po, Payamino, Yasuní, ltaya, Curaray, Pastaza, Palm·a etc. Su con– formación lingüística no es fácil de desentrañar, pero su origen es bastante claro. Esto nos lleva una vez más a la conclusión de que el pueblo Yumbo de habla Quíchua es relativamente reciente en esta parte de la selva, y que por lo mismo sus mitos, leyendas y relatos, están influenciados sin lugar a dudas por pueblos que habi– taban la selva mucho antes que ellos. Existen opiniones no probadas de que los Yumbos sean quizá oriundos de las zonas de ceja de montaña, o quizá tribus procedentes de Imbabura en el Norte de Ecuador. También de aquí se deriva la impresión de hallarse ante una cultura con una cosmovisión más bien pobre, aunque no exenta de valores elaborados a través de una vivencia selvática, sinó milena– ria, sí multisecular. Y por otra parte, la cosmovisión del pueblo Sarayacu debe su mayor riqueza a la influencia de los pueblos Jíbaros sureños . 2 - ANIMALES Y PLANTAS.- "El hecho de que en los primeros tiempos de su historia el hombre tuviera frente a los animales una actitud muy distinta a la de hoy es perfectamente conocido, y se halla atestiguado por un extenso material. Uno de los fenómenos fundamentales de la relación del hombre con su mundo circundante, y en particular con los seres animados, es siempre la posibilidad de la mutua comunicación". (Ad. E. Jensen. "Mito y Culto entre los pueblos primitivos". Pág. 157. México 1975). En los presentes relatos este hecho ocurre nuevamente, y la comunicación además de ser oral es tan intensa que el hombre tiene la capacidad de volverse animal en determinadas circunstan– cias . (Nos. 11, 35, 37 ... ). El Jaguar (Yaguar: sangre. En Quíchua) es a este respecto el símbolo de la fuerza y el liderazgo, (Nos. 9, 10, 11 etc.) aunque no de la astucia. La Anaconda es un ser maligno. El hombre nunca se transfor– ma en boa. Ella representa una forma de diablo . Más bien lucha con ella llevando las de perder casi siempre (Nos. 8, 19, 27 ... ) Sin embargo la pequeña serpiente es tenida en otro concepto. Es glo- 11

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