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¿Cómo resolver el revuelto mosaico actual de pueblos de la Hoya Amazónica? Como se ha dicho más arriba, quizá no resulte tan com– plicado si olvidamos nombres concretos (más propios de Curacas y Lugares) y reducimos nuestro estudio a unir a los hombres por sus características, tanto físicas como culturales. De aquí tendremos que las diferencias probablemente van a ser menores que las que imagina– mos. Esto no obsta para que, a la hora de montar el rompecabezas y rehacer el dibujo exacto, nos encontremos con la enorme dificultad de que muchas piezas son prácticamente iguales. De todos modos, habremos dado el primer paso para conocer al menos una misma identidad racial-base entre varios pueblos que, a pesar de hablar hoy idiomas muy distintos -lo cual habrá que ex– plicar-, tienen el mismo origen a partir de épocas relativamente cer– canas. En la región del Napo Ecuatoriano los restos arqueológicos más antiguos que se conocen corresponden a la Fase Yasuní (50 a. C.), pero existen restos de cerámica asociados a Fases Culturales más antiguas, como la Pastaza (2000 a 1000 a. C.). En realidad, ios estu– dios realizados son pocos y apresurados. Las siguientes Fases Cultura– les son más modernas: Tihuacuno (510 d. C.), Napo (1188- 1480 d. C.) y la Cotococha (próxima a la llegada de los españoles). Aunque parece que el horizonte cultural mayor proviene del Este, nunca se puede descartar la influencia de otras migraciones Oeste-Es– te, puesto que también está claro el proceso de flujo y reflujo en es– tas Culturas dentro del área amazónica. La mayor datación en las Culturas de Ceja de Montaña, a nuestro modo de ver, puede ser el resultado de migraciones anteriores Oeste– Este, pero que nunca bajaron a la llanura amazónica. La datación de esas Pases es la siguiente: Tayos (1500 a. C.), Chiguaza (1500 a 1000 a. C.), Cotundo (1500 a 200 a. C.). De cualquier modo es muy importante la Cultura de Ceja de Montaña como lugar de amalgama de culturas y centro de expansión hacia diversas direcciones una vez obtenida la aclimatación. Otro punto interesante a este respecto es la teoría de que en la Serranía Andina, por la configuración de sus valles y tierras propicias, 89

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