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río Napo puede cubrirlas en sólo unas horas y sin previo aviso . Acam– par en la selva, aunque sea junto al río, tiene sus problemas y grandes inconvenientes, en razón de los animales o fieras y por los árboles que pueden venirse abajo provocando accidentes. 4. ¿Es peligrosa la selva? Puede serlo. No por las fieras, sino por sí misma. Es facilísimo perderse en ella. Hay que saber respetarla y no con fiarse nunca. Para entrar a la selva es de todo punto necesario hacerlo con un guía y atender a sus consejos aunque puedan parecer ridículo~. El nativo nunca da una explicación de sus actos. Sencillamente lo hace porque son así, por su vieja experiencia. Existen otros peligros que pueden producir accidentes por falta de cuidado. Repetimos: antes de cono– cer la selva, respetarla. Existen bejucos urticantes, espinas camufla– das, gusanos, hormigas, avispas , serpientes mimerizadas, que pueden producir grave mal e incluso la muerte. Esto lo sabe muy bien el nativo amazónico. Uno debe cuidarse en el río; pues aunque parece tranquilo, en realidad es peligroso, con muchas trampas, remolinos y arenas cam– biantes. Su anchura y su potencia son engañosos. Muchos buenos nadadores han perdido la vida por confiarse. Aunque cada vez menos abundantes en los ríos amazónicos se encuentran Rayas peligrosas, y con alguna frecuencia las Anacondas y las Tremielgas, además de un buen número de pequeños y peligro– sos pececillos, sin olvidar la legendaria Piraña. Hay que cuidarse también del sol tropical, que abrasa sin darse cuenta, produciendo quemaduras gravísirnas a los incautos que quieren tostarse. Los insectos, por su cantidad y sus diversas defensas son un peligro constante ; poseen aguijones terribles, espinas urticantes o picaduras insufribles. En realidad lo negro de la seln amazónica son ellos, no las grandes fieras clásicas, que poco o nada se preocupan de asediar al hombre. 181