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IV ALIMENTACION, TECHO Y VESTIDO Alimentación. Como hemos dicho anteriormente la alimentación depende bási– camente de la agricultura, de la caza y de la pesca. La dieta del nati– vo en principio es suficiente; pero por carencia de formación o por las circunstancias no siempre ha sido bien balanceada. El Quichua del Napo come, y muchas veces come bien. Luego, por temporadas, se mantiene a base de chicha. Con la llegada de los productos foráneos la dieta ha mejorado en ciertos aspectos; pero al mismo tiempo comienza anotarse la carest ía de carne y de pescado durante largas temporadas. La costumbre del Quichua ha sido comer dos veces al d ía : una, antes de inicia.r los trabajos, hacia las seis de la mañana, y o tra, al terminarlos, hacia las cinco de la tarde. En ocasiones comen tres ve·· ces por d ía. Y cuando carecen de alimentos, o durante el d ía en sus trabajos, se alimentan exclusivamente de chicha. Como por el clima es prácticamente imposible conservar la carne y el pescado, existe la costumbre de ahumarlos, y de este modo pue– den conservarse hasta una semana. En general, casi todos los produc– tos se consumen en fresco, cocidos o asados. La costumbre de freír– los es rara todavía. Las comidas comunes son: - Catu o mazamorra de plátano. - Sopa de yuca. - Cocido de plátanos o yuca con carne a modo de sancocho. - Sopa de pescado. 116