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Con la llegada de la carretera hasta Coca, los productos comenza– ron a salir en dirección al resto del país, aunque en el Napo la pro– ducción sigue siendo limitada por el momento. Se ven ya perspectivas de producción en mayor escala, ahora que los nativos ya van recibien– do sus tierras en propiedad y la facilidad de mercadeo es notablemen– te superior. Sigue existiendo el difícil problema del transporte, que es por río y muy caro, lo cual hace a los productos poco competitivos; pero las carreteras avanzan y se ve muy cercana su llegada a varios puntos del río Napo por debajo de Coca. Desde hace unos diez años se vienen probando en la Ribera el café y el cacao, con resultados más bien negativos: a) el precio no es competitivo, y b) las plagas son tan grandes que las cosechas son muy pobres, cuando no es el sembrío mismo el que muere. Por ejemplo, al cacao le ataca mucho la escoba de bruja. Los intermediarios acaparadores de Coca, más que favorecer estos cultivos con sus buenos precios y buen trato a los agricultores, pare– cen aves rapaces que desobligan mediante sus triquiñuelas e injusti– cias. El indígena podrá no entender mucho de mercadeo; pero sí se da cuenta que en los últimos años los productos industriales y ali– mentos que vienen de la Sierra han subido hasta el 400 por ciento, mientras que los suyos de campo con muchas dificultades han llegado a cotizarse a un alza no superior al 100 por ciento, con un balance desfavorable de un 300 por ciento. Un punto a considerar es aquel que concierne al viejo mercadeo de pieles y aves selváticas, hoy terminantemente prohibido para el mantenimiento de las especies de la fauna silvestre. Antes el nativo tenía unas jugosas entradas por este rubro, que fue cerrado sin darle otra solución al problema. Estructura pecuaria. a) Ganado vacuno: La ganadería fue conocida en las haciendas de la Ribera, y en algunos casos particulares los mismos Quichuas poseían 107