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Los suelos de la amazonía están formados por tierras de arrastre, depositadas en bancales, en islas, o en las orillas de los ríos, en exten– siones de 10 a SO kilómetros. Son los llamados suelos aluL·iales. Hay otros suelos formados por sinclinales, hoyas, quebradas o badenes, que muchas veces están sin agua, o la tienen en cantidades variables. Las lluvias torrenciales, calientes, arrastran parte de la corteza terrestre con la materia viva y la depositan en el fondo de estas pequeñas planicies. Son éstas las tierras o suelos coluviales . El tercer tipo de suelos tiene una configuración gredosa básica; son tierras antiguas y constituyen el 90 por ciento de la amazonía. Son los llamados suelos semilateríticos. a) Los suelos aluviales son de gran importancia, puesto que de ellos depende básicamente la agricultura de la región. Un ex~men más detallado de estos suelos nos ofrece las siguientes características: 1) El mantillo de humus es realmente pequeño, entre 20 y SO cms. en los mejores lugares. El resto de la tierra es de una gra.n acidez, y es poco apto para una agricultura diferenciada. 2) Son suelos muy pobres en Nitrógeno y Fósforo, los cuales aparecen en una proporción del 2 al 3 por mil. 3) Son también suelos pobres en Potasa, con una proporción del 3 al 4 por mil. 4) Y sobre todo son pobrísimos en Calcio. Una tierra de buena calidad contiene este mineral en una proporción del 2S al4S por mil; en la Amazonía esa proporción es del 1 por mil, y a veces no existen ni vestigios. b) La importancia de los suelos semilateríticos se debe a su enor– me extensión. Se trata de tierras rojizas o amarillentas, de conforma· ción gredosa o gredosa-arenosa. Estos suelos se hallan al borde del mínimo de capacidad vital. Su futuro es convertirse en un desierto calcinado y duro, a no ser que el hombre haga algo por recuperarlos. Hay algunas razones que nos pueden hacer comprender el empo– brecimiento progresivo de estos suelos: la temperatura tropical, las 10

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