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A primera vista puede parecer que la cantidad de tierras solicita– das es demasiado grande; pero en realidad no supone para cada fami– lia más allá de las 100 o 120 Has., que dada la calidad de las tierras, tal como anteriormente explicamos (lodazales, improductividad, ne– cesidad de rotar , cte.), son necesarias para el normal mantenimiento; m;Ís si la familia es extensa (5 ,34 personas por familia). Adem:b , el hecho de solicitar estas tierras de reserva tiene como finalidad mantener la ecología, ya que el nativo sabe cómo tratar su propio mundo. De hecho, todas aquellas tierras que han sido ya colo– nizadas por la avalancha foránea han sido prác ticamente destruidas: árboles derribados , lagunas esquilmadas, caza exterminada. Si además de dar al Quichua lo que en justicia le pertenece, se conserva el bosque y el equilibrio de la región, entonces habremos ganado en dos frentes. Lógicamente, en el futuro habrá que enseñar también al dueño a tratar estas tierras y a hacerlas producir de un modo racional , lo cual ya va a ser imposible en el resto de la amazonía colonizada, puesto que desde el principio fue una colonización programada sin pies ni cabeza. Hay gente que piensa-todavía que el Ecuador posee una inmensa selva, cuando ya casi se avista el fm de ella. El d ía, no lejano, en que las carreteras crucen esta verde planicie, va a ser muy difícil detener el hacha. Para un experimentado misionero del Chad que hoy trabaja en la amazonía ecuatoriana, los síntomas de desertización que se observan son similares a los de los grandes desiertos africanos. Por otro lado, tratar de salvar parte de la selva reservándose grandes parcelas como parques forestales es otra engañifa; puesto que ya se ha visto que esos parques reservados por los Gobiernos son una baza oculta para evitarse problemas a la hora de vender parte del manto patrio a las Compañías Transnacionales. El único que puede mantener la amazonía es el nativo , porque la conoce y la ama. Reconocerles sus tierras y mantenérselas con la legalidad puede hacerlas productivas con la debida asistencia técnica y pueden seguir siendo reserva preciosa del más puro oxígeno del mundo. 99