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Respecto a la denominación de las maderas, hay que de– cir que está suponiendo un pequeño trabalenguas, ya que los tradicionales nombres indígenas van siendo sustituídos por otros originados en árboles semejantes existentes en la Sierra y la Costa; pero que en manera alguna corresponden a las variedades de selva. Preocupa la explotación descontrolada de la madera y la nula repoblación forestal. LOS MEDIOS DE TRANSPORTE Toda la colonización gira en torno a la carretera abierta por el Consorcio Texaco - Gulf, para1ela al oleoducto trasan– dino. Esta carretera, con todo lo que ha supuesto para el Ecua– dor, sigue produciendo fuertes dolores de cabeza a sus usua– rios. Su mantenimiento que es efectivo, está a cargo de alguna compañía subsidiaria del Consorcio. Pero los largos inviernos en Ia selva y la Cordillera ocasionan frecuentes derrumbes y hundimientos que obstaculizan el paso, a veces durante se– manas. Hace dos años se hundieron los dos puentes principales, y fueron sustituidos por un servicio de gabarras, que además de ser lentas, con frecuencia se estropean o no pueden operar por la subida o bajada excesiva de los ríos. No hay servicio nocturno, y la atención ha estado en ocasiones sometida al capricho de operarios poco responsables. En los peores casos, el servicio para las personas se hace mediante canoas a motor que cobran entre S y 10 sucres por persona, más la carga. Desde Lago Agrio a Coca existe un servicio de autobuses que funciona normalmente cuando lo hacen las gabarras, pero se detiene apenas cesan aquellas de trabajar, y los cupos son 34