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Un punto a señalar es el porcentaje relativamente alto de los empleados públicos con el 4.60%, seguido de los comer– ciantes con el 1.22% y los carpinteros con el 0.92%. El colono ha mantenido las variedades de cultivos exis– tentes en el Oriente, introduciendo sobre todo variedades en el cultivo del plátano y de las frutas . Respecto a los pastos, las variedades existentes son inferiores a las que ya anteriormente se conocen en la región principalmente en la ribera del Napo. No pudimos constatar ningún caso de las variedades: Janeiro, Cutsup, Pangola, Yara.gua, Pasto alemán y otras probadas con fortuna en zonas parecidas. Los frutos y productos silvestres apenas son conocidos ihasta el momento, aunque se conocen los principales que apro– vechan desde siempre los nativos: el Chonta yuyu, la Shihua (fruto de la palma llamada Ungurahua), el Morete, el Sapote, el Patas, el Sacha Caimito y el Inchi (Maní de selva). Otras variedades de los productos conocidos y cultivados por los nativos están en camino: •Caimitos, Guanábanas, Uvi– llas y Chontas, frutas que requieren seis o siete años para lle– gar a su producción Es claro, pues, que el nuevo colono desconoce aún las posibilidades de la tierra y los ciclos de los frutos y las cose– chas. Pero va aprendiendo rápidamente. En otros casos su an– terior experiencia con algunos productos como el cacao o el café, incluso el banano, ha servido para que los nativos de– masiado aferrados a sistemas tradicionales cambiaran de men– talidad. La preparación del suelo es la normal de la Amazonía: desbroce, tumbe y quema. Estas operaciones requieren cierto tiempo ya que después del tumbe es necesario esperar el ve– rano para poder quemar. Posteriormente se corta con el hacha los troncos mús gruesos y se despaliza en la medida de lo po– sible con machctc.:. Si el terreno es muy duro y la quema in- 25