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dueto apreciado por los colonos, dado su alto índice de pro– ductividad en la región, como alimento de puercos y galli– nas. El 0.66 promedio-hectárea por familia lo sitúa en el se– gundo lugar de la tabla. Otros productos son nuevos en la región. El Cacao con el 0.28, y el Café con el 0.35 por Ha., comienzan a ser la nueva riqueza del Oriente. Estos productos se presentan agrupados generalmente por zonas según sea la procedencia de los colonos. Los nativos cultivan sus productos tradicionales de yuca y plátano, mien– tras el resto de los colonos los diversifican. El café y el cacao es propio de Costeños, mientras el maíz se produce princi– palmente entre los Serranos. El arroz no parece haber toma– do carta de personalidad, quizá debido a que su producción es muy molesta y el que llega de la costa es más barato. No se puede olvidar que los colonos desconocen aún los ciclos agrícolas de los productos en la selva y pierden tiempo y di– nero en el empeño de probar. Además el arroz de la selva se produce en secano o en aguajales. Lo primero es desconocido para el agricultor afuereño, y lo segundo es indudablemente peligroso. La demanda interna de estos productos es mm1ma, ya que toda la población Jos posee en su propia casa. Respecto a los pastos y ganadería, son incipientes, aunque existen algunos ganaderos relativamente fuertes. De las 13.277 Has. ocupadas por las 326 familias, 10.560 no se emplean en agricultura. En su mayoría se dedican a pastizales o están bal– días en espera de hacerlos. Es decir: el 79.53% tienen esta finalidad . Como el ganado vacuno no sobrepasa el número de 565 cabezas, concluimos que cada familia tiene un promedio de 1.73 cabezas, lo que es un índice muy bajo si se tiene en cuenta que es la miuol"ia la que posee los grandes hatos. 17