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mientos son frecuentes, y actualmente se halla incomunicada con el resto de la República debido a la falta de puentes sobre los ríos Coca y Aguarico desde la mañana del 7 de julio de 1974, en que fueron arrastrados por una colosal creciente de ambos ríos. El índice pluviométrico de la región se sitúa entre los 3.000 y 3.600 mm. anuales. La lluvia y la nubosidad son casi diarias. En la Amazonía no existe el cielo azul. Tampoco exis– ten estaciones climáticas determinadas, aunque se llame ve– rano desde Juli::> a Diciembre, y el resto de los meses sean invierno. En los últimos diez años se ha podido apreciar un cambio en la duración de los períodos: inviernos largos y duros con crecidas poco comunes de los ríos, y veranos secos e interminables que han alterado hasta ·cierto punto el ciclo de las cosechas. TIERRA.- SUS RECURSOS Hasta hace cinco años todas estas tierras pertenecían al patrimonio nacional del Ecuador, y estaban ocupadas única– mente por dos centenares de nativos Cofanes, que vivían asen– tados en los márgenes de los ríos Duwino, Aguarico y Eno. Los Secoyas que vivían desde hacía muchos años colindantes con Colombia, cerca de las lagunas del Cuyabeno, trasladaron también hace unos años su residencia a este sector, en el lugar denominado San Pablo de Kanteziayá. Al Sur, los Quíchuas del Payamino y del Coca usaban normalmente estas tierras como reserva para sus cacerías, y como varadero a partir del lugar del río Coca denominado Huayusa, en sus esporádicas excursiones hacia el río Aguarico. Con la llegada de las Compañías Petroleras y el subsi– guiente hallazgo del hidrocarburo, la Compañía Texaco ahrió una carretera paralela a su oleoducto, y en pocos meses, lo– das las tierras adyacentes se vieron ocupadas violenta y dcsor- 12