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-8- gación, han popularizado la figura de nuestro héroe. ¡Curiosa pa-– radoja! Anguiano en tiempos pretéritos, Puyol y Le /eune en los actuales. Y a diremos en la «Bibliografía» si cun mayor o me- / rwr éxito, pero el hecho es el que acabo de apuntar: que ellos }líe- ¡ ron la pauta a los historiadores de nuestro pueblo. De donde resulta que la figura de nuestro preclaro compatriola en lugar de aparecer con el brillo que exigían. sus relevantes mé- 1 ritos, ha quedado empequeñecida y como relegada al catálogo de los hombres célebres del siglo XV JI, pero en última línea y pri· vada del esplendor que le cor"responde en justicia. De mí debo decir que tan simpática se me hizo siempre su jigura, -que ya 6asi desde .niño sentí el deseo de dar a conocer sus méritos relevantes. Esta es la razón que me ha movido a publícar el presente libro. Más vulgarizador que investigador. Sin que esto quiera decir que no hayamos laborado con diligencia en aclarar algunos pasaje.s que aparecían oscuros en anteriorl!fS' bwgrafías. Es, pues, ésta sencillamente una obra de divulgación, en la que ni mis fuerzas, ni mi posición, ni mis ocupaciones me han per· mitido mayores vuelos; y si rw he hecho todo lo que exigía un trabajo de esta índole, creo al menos haber puesto de mi par'le todo lo que he podido, con la convicción de que nunca es tiempo perdido el que se consagra a la evocación de aquellos hombres que en los pasados tiempos fueron gigantes de la fe y del heroísmo. Y nada más lector; si esta obra, no solamente te ha hecho pa-– sar urws ratos agradables con la contemplaciór¡ de los sucesos y aventuras del personaje en ella descrito, sino lo que es má.t importante, ha hecho nacer en tí el ferviente deseo de una vida más perfecta y abnegada, ello será mi mayor satisfacción, y en retorno de este bien espiritual que te ha producido, no te pido sino aquel favor que pedía la santa madre de Agustín como el mejor pago que de él recibir pudiera: «que no te olvides de mí ante el altar del Señor». EL AUTOR Cemborain, 5 de agosto, festividad de Nuestra Señora de las Nieves, de 1942. "/