BCCCAP00000000000000000000247

-79- la ciudad entera, la promesa de contribuir al sustento de la co– munidad. En vista de tan generosos ofrecimientos, Fray Francisco juzgó que el mejor destino que podía dar a los 15.000 ducados seria el de invertirlos en la fundación de un convento de la Orden, en la ciudad de Tafalla. Así lo propuso al Maestro de Novicios, el ya citado P. Malue.nda, pero, éste le cÓntestó que se dejase de fundaciones en Navarra y que lo más oportuno era que pusiese dichos ducados a disposi· ción del Padre Provincial. Mucho apesadumbró al obediente novicio tamaña advertencia, pero violentando. una vez más su propio parecer, obedeció sin ré– plica y el P. Provincial se hizo cargo de la cantidad. El destino que a ésta se dió nos lo puntualizan las declara· ciones de los testigos que depusieron en la citada información. He aquí una de ellas: En. primer lugar, Fr. Buenaventura de Aoiz, Capuchino del Con.oento tk Tudela, «dixo que saue por auerlo oydo r entendido; que Fr. Francisco de Pamplona que en el siglo se llamaba Don Tiburcio de Redín., en el año de su nt>Viciado al tiempo de hacer testamento quiso de%ar para una fun– dación de Capuchinos en. este Rerno de Navarra en la dícha ciudad tk Tafalla r su maestro de novicios que era aragonés, que se llamaba Fr. Bw:– naventura de Maluenda le hizo desistir de este intento, díciéndole que se - .dexase de fundaciones en Navarra r que si quería hacer algún. bien. a la Religión r a la Provincia lo dexase a la disposición del Padre Prt>Vincürl para ·las necesidades de ella r asi lo hi~o r fuera de ~ien ducado• que se enviaron al convento de Peralta para hacer una balsa todo lo demás lo emplearon en lo• conventos de Aragón, en el Albalate que se fabrictúHJ dexando la dicha ciudad de Tafalla r otras partes del dicho Reino de Navarra sin nada, siendo su patria r gente de la calidad r comodídades arriua díchas r e•to re.pondw (1). , Las demás declaraciones con cuerdan con ésta. En resumen, que excepto los lOO ducados gastados en el convento ~ Peralta, todo lo demás se invirtió en los de Aragón, dando de mano a la fun. dación d_e Tafalla, a pesar de seil ciudad «de tantas convinienzias», como afirmaba el último testigo. ·Mas a pesar del contratiempo que supone el renunciar a tan santa idea como Ia que Fr. Francisco proyectaba con tanto cari· ño, no por eso se revolvió contra la prueba que la Providencia le deparaba. - Como no~a de vida brillaban con ll!Z del cielo ante sus ojos aquellas palabres del Kempis: «Toma tu cruz y sigue a Jesús e (1) . Información citada, fol. 9 vuelto.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz