BCCCAP00000000000000000000247

~· -··~,, -60- ¡Cuán fallidas le resultaron tamañas ilusiones! Entró don Tiburcio resuelto al aposento del Marqués. i<Quiero que ahora mesmo y sin más dilación, deis testimonio del hecho.» Al Vwrey se le heló la sonrisa en los labios. Que un subordi– nado le faltase al respeto nunca lo hubiese consentido, pero que además lo hiciese quien tan perfectamente conocía su autoridad era una bellaquería que se la tenía que pagar cara. Así que, torciendo• el gesto, contestó: -Os lo daré cuando haya comodidad para ello. -Ha de ser ahora mesmo. Ciego de ira ante tan altiva respuesta; el Vinrey se levantó de su asiento y quiso lanzar a Redín de la habitación, amenazán– dole al mismo tiempo con castigar su osadía. Pero se encontró con que don Tiburcio, muy dueño de sí mismo, no retrocedió un ápice. Entonces le vino a la memoria el mal efecto que produciría en la Corte el venir a las mal)os con un militar de. tanto renombre y que con tanta admiración ~ra considerado en las altas esferaa. Optó, pues, por volver mansamente la espalda, sentóse, tomó la pluma y escribió el certificado en que afirma «que don Tibur– cio de Redín sirvió debajo de mi mano en la entrada que se hizo en Francia, que se halló en ella, en cuando se ofreció en servicio del Rey como muy valeroso caballero y gran soldado, ~onociendo siempre los puestos peligrosos», que entró el primero «en las villas de Orroña, Ciburu y San Juan de Luz y en el fuerte d.e Zocoa y perseveró hasta que se tomaron y rindieron, que, habiendo el ene– migo cortado un puente por donde había de pasar nuestro Ejér· cito, hallándonos imposibilitados de poder hacerlo por entonces, su gran diligencia, sagacidad y solicitud supo hallar un barco grande, con que pasó el ejército; que le mandó que fuese a parla– mentar con los Cabos del dicho íu.erte de Zocoa y lo ejecutó con gran satisfacción suya y con singular sagacidad, prudencia y cele– ridad..., abreviando et tiempo que fué negocio de gran importan– ·cia para nuestra conveniencia y de nuestras armas» (1}. Encomiástico documento que habla más alto en ~u honor de cuanto pudiera hacerlo su más entusiástico biógrafo. En recompensa de los servicios prestados a la Patria, ~1 Rey nombró a don Tiburcio Maestre de Campo de Infantería. En cambio Valparaíso andaba de capa caída. (1) Se refiere al suceso que ya hemos narrado de cuando don '{iburcio prestó su caballo al parlamentario francés. 1 j \ l j '·. - . ~ ... /:.;:

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz