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CAPITULO IX EN LAS CUMBRES DE LA GLORIA HUMANA Nuevo3 triunjo3 españoles. - CabaUeroso proceder de don Tibur– cio.-A la toma de San Juan de Luz sigue la de Zocoo.-Chocan el Virrey y Redín.-lDestitución de aquél.-Llamamiento a Cortes del Barón. Amaneció po11 fin el 25 de octubre de 1636. Una aurora blanca y fría de otoño. Los navarros, entusiasmados por la conquista de Zocoa, salu· daron con júbilo la llegada del nuevo día y se dispusieron a en· trar !ln lid, entre canciones de romancero. El éxito de la acción superó los cálculos más optimistas. Tal fué el empuje de los nuestros que en el transcurso de pocas horas no sólo Ciburu, sino también San Juan de Luz, caían en pode!' de los hispanos. Para sacar el mayor partido posible de esta .victoria, ya qu_e era .de suponer que su caída habría impresionado a Urtubia, que todavía defendíase en Zocoa, llamó Valparaíso a Redín y le envió de embajada a dicho gobernador para que rindiese la plaza. Hízolo así el Barón; pero viéndose el francés muy bien ,forti· ficado, no le pareció conveniente acceder a la intimación, sino que procuró ganar tiempo. Pidió que se le conc,ediese plazo hasta las cinco 'de la tarde, con objeto de que fuese un comisionado a Bayo· na a dar cuenta del caso y pedir consejo a su' inmediato superior el gobernador de dícha plaza. Redín se avino ·a ello, y como co· nocía la caballerosidad del noble Urtubia tuvo 'la gentileza de ba– jarse del caballo que montaba y lo entregó al comisionado fran· cés-un tal Arrue--, diciendo: «Andad, montad en mi mismo caballo, que harto veloz es, y os servirá de mucho.» Y mientras Arrue salía hacia Bayona a galope tendido, llegó /

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