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-10- Además es en extremo parcial, presentando al protagonista cual si hubiese sido un hombre coñcebido sin pecado y santo desde el punto de nacer, cosa que sabemos, muy otra de la realidad. 1 Además admite si11 la menor critica toda clase de leyendas' y supuestos milagrosos, que atribuyó el vulgo al protagonista de estas páginas. 2.• <<LA COMEDIA FAMOSA. EL CAPUCHINO ESPAAOL. DE UN INGENIO DE ESTA CORTE>>. (Madrid, Sanz, 1747, 32 pá· ginas, sin numerar, en 4. 0 .} Exuberente de ripios y anacronismos. NuestrQ juicio referente a esta comedia se reduce al que hemos dado sobre la obra de An– guiano. 3.• <<BIOGRAFIA , ll DE // DON TIBURCIO DE REDIN, BARON DE BIGüEZAL, //POR /l EL MARQUES DEL AMPA– RO 11 MADRID: 11 Imprenta y Librería de Don Eusebio Aguado. Pontejos 8 1l 1861., Folleto en 4.•, de 60 págs. Aunque excesivamente compendiosa, es un buen resumen de la vida de Redín. 4.• <<VIDA Y AVENTURAS 1l DE 11 DON TIBURCIO DE // REDIN 11 SOLDADO Y CAPUCHINO // (1597-1651),. Por Don Julio Puyol. <<Madrid 11 Renacimiento, Pontejos 3 11 1913,. Un vol. en 8.• menor, 192 págs. Esta obra es la antítesis de la de Anguiano, y como la virtud está en el medio y los extremos se tocan, de ahí el que la juzgue– mos defectuosa. Refiriéndose a la para él supuesta nada más santidad de Fr. Francisco, tiene frases irreverentes, y cierta sonrisa volteriana so desllza a lo largo de varios pasajes de. su libro. Sin embargo, justo es confesarlo, es el autor que por la ame· nidad de su estilo más ha contribuido a popularizar la figura de Don Tiburcio de Redín. ¡Lástima que no hubiera empleado .de mejor manera 8118 in· discutibles dotes de novelista! 4.• EL CAPUCHINO ESPA~OL 11 FRAY FRANCISCO DE PAMPLONA 11 1597-1651 // NUEVOS DOCUMENTOS DE SU VIDA,. Boletín de la Comisión de Monumentos Históricos y Ar· tísticos de Navarra. Segunda época. Año 1926. Tomo XVII. 4. 0 tri– mestre de 1926. Número 68. Pamplona. Imp., Lib. y Ene. de Viuda N. Aramhuru. San Saturnino, 14, y Nueva, 10. A las notables cualidades de investigador, unidas a su antiguo cargo de archivero de Navarra, que le facilitó la labor de la bús– queda de documentos, debemos este maravilloso trabajo de don José M.• Huarte, tmbajo que es~lo decimos sin rodeos-lo mejor que sobre don Tiburcio de Redín hemos visto escrito.