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-96- Dios infundir en el alma de María la gracia santificante en todos los momentos de su vida? Si puede infundirla en el bautismo, porqué no ha de poder antes del bau– tismo, hasta en el mismo instante que comienza á existir? quién se lo impide? acaso la infección de la carne? pero si la infección no impide que se le comuni– que más tarde, en el bautismo ó en la circuncisión, quedando la gracia sin que continúe existiendo la infec– ción, ¿por qué impedirá que se le comunique la gracia en el primer instante que comienza el alma á existir? pues he aquí, dice el Doctor sutil, el estado de la jus– ticia original, quía gratia requivalet justitiw originali. Cítenos pues el P. Del Prado ó el Sr. Larumbe, tex– tos anteriores á Escoto en los cuales se exponga con tanta claridad y sobre todo con tanta precisión la cues– tión de la Inmaculada; y entonces y solo entonces po– drán robar á Escoto su famoso potuit; porque aunque hay textos anteriores á ll:scoto que tambien dicen potuit, per¡¡ el potuit de Escoto tiene una cosa que no tienen los demás; es razonado, nacido no del fervor ó del entu· siasmo, sino de la claridad, de la precisión con que es– tablece la cuestión; además, no todos llegan á compren– der las afirmaciones que entrana el pot!til de estos escolasticos; y no sé si el Sr. Larumbe lo entiende cuando afirma tan rotundamente que el «famoso po· tuit..... es la herencia de todos los cristianos y el acta de fé de todos los tiempos•; no, no se trata aquí de un potui t absoluto, sino de un potui t relativo, en las actuales circunstancias, presupuesto el pecado de Adan, la redención universal, y el descender María por vía degeneración como los demás hombres; en una pal abra, que María pudiese ser Inmaculada sin derogar las leyes establecidas. Este es el potuit ó el non potuit de Jos escolásticss, y ese no es el potuit de todas las edades, ni el acta de todos los cristianos; pues doctores y san– tos no han podido comprender cómo fuese posible se cumpliese en María la ley comun de la trasmi~it'>n del pecado que es la generación, y la verdadera redención, y que al mismo tiempo pudiese ser Inmaculada; es que se trataba de unpotuit histó1·ico supuestas todas la~