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-va- den franciscana, ó ingleses de nación, son los que ejer– cen má~ defi nitivo influjo en el movimiento científico de esta úpoca. El uno es Juan Duns Scoto, maestro en Oxfonl y París y llamado finalmente á Colonia, donde muriú en el mismo año (1308). Como lo indica su títu– lo honorífico de IJoctor Sutil, se distinguió principal– mente por su agudeza, y logró proponer un nuevo sis– tema que compitiera con el tomista hasta entonces dominante; ó lo que es lo mismo fundó una nueva es– cuela; pues su Orden tomó desde entonces su pro– pia doctrin~. Así se formaron dos grandes escuelas teológicas, cuyas principales diferencias se referían á la doctrina de la justificación, y á la cuestión, entonces opinable, do la Inmaculada Concepción de María Santí– sima, la cual ya en el período anterior había comen– zado á preocupar sériamente los ingenios, «Luego de su muerte, afiade otro escritor, se formó en su orden una escuela escotista, opuesta á la tomista. Poco antes la teología de Sto. 'l'omás, tenía una auto– ridad tan universal, que en 1319 un biógrafo de 1\ste santo doctor, creía poder afirmar, que en todas las es– cuelas del n~undo catútico, nada se ensenaba en filosofía ni en teología que no fue~e sacado de Sto. Tomás. Pero muy pronto tuvo que ceder un número de escuelas y de cátedras que aumentaba de día en día, al Sistema de Escoto; con gran ventaja para la ciencia y para la Iglesia. (1) Esto supuesto, si E scoto se manifestaba partidario de la opinión piadosa, debía no solo halagar al pueblo que celebraba la fiesta de la Virgen, sino influir muy mucho en los Doctores y hasta en la misma curia ro– mana. Y así fué en efecto; al llegar Escoto á comentar el libro .Lt 1 do la~ sentencias, expuso, c~o sí, con mucha morlestia; quo ora m á,.; con l'ol"IH!l atri hn ir ,·~ .l'llaría la pureza original, ¡uw,.;1.o easo •¡11o os11 vonl:1<l no contra– riaba ni á lu ~agra•la Esuritum, ni [¡los l'mlres, ni á la r azón: he aquí el paso gigantesco ue Escoto y su atre- ~l) D OLLI.NGER. Dit:drmario t'm.:idopédico tic la Teología calólica. Publi– cado en Alemania bajo IH dircc~.:i(lll de los doctores Wt:TZER y W ELT.r: y traducido al español etc,.,.. Madrid l~ü8. t. IX pag. 20-21.