BCCCAP00000000000000000000245
-84- Adan y María nueva Eva; ·Jesucristo Redentor y María Corredentora del género humano. (1) Esta es la idea primordial, la idea madre trasmitida por los Apóstoles, que fué más tarde desarrollada y explicada por los Padres, quienes ora comparan á María con Eva adhuc incorrupta, ora la enaltecen con epí– tetos los más sublimes, llamándola pura, purísima, santa, santísima, inmaculada, llena de gracia, lirio nunca punzado por las espinas del pecado, etc. etc. Sobre todo á partir del Concilio de Efeso, se nota en la literatura griega un entusiasmo delirante por María, á quien Nestorio quiso arrebatar la divina Maternidad, siendo parte las negaciones de este hereje, de que los Obispos y el pueblo cristiano se enardeciesen y salie– sen á la defensa de la Madre de Dios, levantando con los escritos de sus Padres y con las creencias cristianas un glorioso monumento á María, concretando más y ,más su santidad, su pureza, y todas las demás prerro– gativas de ella. Por eso á nadie debe extrañar, que santificasen estos entusiasmos y que los solemnizasen en sus liturgias celebrando la santidad de María y que ya en el siglo VII ú VIII se encuentre la fiesta de la Inmaculada Concepción en la Iglesia de Oriente: (2) Fundados en los testimonios más autori~tdos, creemos que la primera que comenzó á ensenar y á profesar y solemnizar la Concepción de María, fué la Iglesia Griega y eso desde la más remota antigüedad. La creencia en Occidente ¿Pero llegó á conocimiento del Occidente el delirante entusiasmo del pueblo Orien– tal y tuvo aquel conocimiento de las festividades que éste celebraba? He aquí una cuestión importante, muy distinta de la anterior: el crítico que quiera resolverla debe hacerse cargo del estado de las comunicaciones y de las relaciones entre ambos pueblos en los siglos
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz