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- G7- de ella toda obliga.ciún de incurrir en la culpa, tenemos como pn>iJaiJle, que María no contrajo el débito próximo, porqu e si auctoritnte Scripturte, vel auctoritati Ecclesiae non re]Jttgnet, videtur probabile quod excellentius est attri– úuere Mariae" (Scot) Se nos objeta con la redención , y que según la bula lneffuúilis, María es vere et proprie 1-ledempta; la obje– ción, no hay por qué ocultarlo, es gravísimo.. ¿Pero no se explicaría perfoctísimamente la redención de María, si .Jesucristo por los méritos de su pasión y muerte, hubiese alcanzado, no solo que su Madre no eontragese de {acto el pecado original, pero que ni aun incurriese en la triste necesidad de contraerlo, en la cual httbiera necescwiamente incurrido si los méritos de su Hijo no se hubiesen puesto de por medio? No vemos, que esto no sea una verdadera redención; pues si para ser redi– mido del pecado original no se necesita haberlo con– traído, del mismo modo para redimir á uno del débito, bastará impedir que se llegue á contraer. Hé aquí pues, cómo explicamos la Redención de María:. María,· decimos, debía, quedaba obligada á con– traer el débito próximo, y antes de incurrir en él, los méritos de .Jesucristo le sacaron de esa necesidad. Y vamos á exponer nuestro sistema con la teoría tomista sobre el motivo de la Encarnación. Presuponemos como principio cierto y admitido por Lodos, que Dios prevé todas las contingencias antes •pw sncednn, desde ab reterno, y que no teniendo más ley <JII O sn vol nnt.ad puede modificar por fines santí– simos lo '1"" J'I'Í lll:li'Í :unontn docrotú. Y l!ios, al ' !""~'"'' <'l'<'al· al ht>111hro 'luiso eroarln santo, pero""" una """ l.idad I'~'"J'iu no do s11 ¡¡e¡·.<onu sino de Stl nnlnl'ltl,.::,¡; du llllllll'm quo, si 1110 os permi– tirlo usar de est.a ¡•:Lr:~.tlojn , su ua.lum/,.m l'u oso soln-ena– tural; h é aquí el ¡>ri 111<'1' ,¡, .,.,·nLu do 1 >ios sobre el hombre; más esa dona, .. ¡,·,",', lil~tl ralidall Jil'ina no fué (tbsoluta sino cortdicionwl•t., 'luiso al mismo t.iempo, que fuese premio de la obetlie1wia del primor hombre, y se