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- 109- Marire promovonda a<leo insuperabilia, et ineluctabilia argumenta, ut illnm sine injuria ab ipsis manibns ex– torqnori vix pos~ii: Nurn ubi rogo aequalis ardor tenendn' et docendre opinionis pi:n do .Maria inmaculate concepta? par studium? similis contontio? tot in con– certationibus litterarire victorim? tot nohilissirni scrip– tores? tot dict!P- Apologire? tot verissimi obsequii, et cul– tus signa? tot pro deffinitione mysterii legationes.? (1) Es, pues, un hecho incontroversible que la Orden franciscana ha influido grandemente en el dogma de la Inmaculadn, de tal manera que podemos concluir con las palabras del Emmo. Cardenal Merry del Val "Porro rerum gestarum historiam exponere, ex quibus Pius JX Pontifex immortalis memorire adduct"s est ut dogma illud ~uavissimwn opportune sanciret, ídem fere videtur esse ac Franciscalis 01"dinis decus et gloriam illustrare., Ahora bien; quién comunicó á la Orden franciscana ese entusiasmo rayano á veces en locura, que le hizo sufrir con paciencia esperando el triunfo definitivo, todas hts injurias, denuestos, burlas (L que se hizo acree– dora solo por el crimen de defender el honor de la Reina y Patrona de su Orden, la Virgen Inmaculada? Digámoslo muy alto, Duns Escoto, hmc est gloria Scoti; los franciscanos nunca hemos reconocido otro jefe; al defender á María siempre pusimos los ojos en Escoto; verdad que antes que Escoto, hubo en la Orden franciscana algunos doctores que ensenaron la Concep– ción Inmaculada de María; anteriores á el son Alejandro N eclran y Guillermo Guarro; pero la Orden si seguía la opinión piadosa, no se distinguía por su celo y entu– siasmo, y aun en opinión de los Editot·es de las Obras de S. Buenaventura y de otros autores (2) tempore, quo Scotus hmc sc'l"ipút, vem .~ententüt etiam in Onüne ]{ino– rum nondum pttúlit:e prtl!dú:ubrüw·:, poro llospnés uo ]<;s– coto, afiaden Jos mismos couHmtaristas, "Attreolum