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- HfJ- Montesún, quu su atroviú :i predicar contra la Concep– ción lnmnc1dada de Maria. (1) El Doeior Sutil no se detiene en probar el decuit, porquu on esa conveniencia la han sentido todos los "omwnes que han amado á María, y por eso el pueblo cristiano, ajeno á las profundidades teológicas, del decuit, sacaba el potuit, pero los sabios, aunque sentían en su corazón el decuit, no se atrevían á afirmar el potuit, porque las razones teológicas y escripturísticas se lo impedían. (2) Consecuencia: Luego la influencia de Escoto en la cuestión de la Inmaculada Concepción es manifiesta; y el famoso potui t, decuit, ergo fecit del Doctor Sutil es genuino y· original, el único que solo pudo cambiar las opiniones contrarias.- y para que mejor se aprecien las ideas que llevamos expuestas, nos ha parecido bien traer en su confirma– ción, algunos testimonios que ponen de manifiesto la tesis que defendemos. En 1350, cnarenta y dos años de la muerte de Es– coto, el P. Herman de Schildis, religioso agustino, publicaba un a obra en fiwor de la Concepción Inmacu– lada de María; y para defenderse de las objecciones que (1 ) FERET, Lafaculléde Theolo~le de Paris./11.151.; D ENIFLE, Carlula– rium Universilalis Parisiensies 111. n. 1557-1583; D ONCEUR, La condena/Ion tle .fean de lJfonzon por Pierre, d' Orgcmont (Revue des questiones histori– ~!JCS 1907, I.J. 176-PETRL'S A uREOLUS.. Quacstioncs disputalae de Immacu/ata -· Quarach> 1904. p. 72.--F VNK. Op. c1t.yag. 407. (2) Un célebre escritor de nuestros d1as ha dejado escritas estas pala– bra~: 111A I juzgar la doctrina de Sto. Tomás ténganse en cuenta dos cosas: l. a que In tloctrinn sobre la Inmaculada Concepción no era en aquel tiempo ::~~:~~,~.~::~~~;>i' ¡~;;'t:l.\t~hlg: gr~~~~~~~~~ ~~lelnaJ~~ea'Stlg,d~~~ceJ'~if~ ~~O:a) ~~~;~;~~~¡~;s,~;·¡~n.~~:~~:-~ll.\1 1 ~~/'q~~ ~~:e~~~~~~~b~a~~~V~~g~~nd~P~!~"r~á;:tdr~a ~~ Cristo. Esenio lul· 1·1¡trinH·ro 1'11 <lar t·sn prtlt'hn, <lt'IIIOStrnndo que In relen– ción prcst:rvut iva •·ra 1111 tuotlo mús e.n t'lt'llll' tft• n ·df'ndtm por pnrtc del Salvador, y n:~aluwnlt• utul r•·d~·•wi•'m t'll t·l st'lllido propio tlt• la pnlahrél. Si Escoto hubksP t•snilttt'tl ti~·ut¡u t tlt• S! o. T•t1Wh.;, ~~·g:Jinllllt'llt<• no lluhirra este fCChazndo ll1111tiiii'Jritlll 1'11\'il t'llll\,!rlll'lli'Íll 1111 JHHJj:¡ p:Jrt•rt•rJ t• dtii.lOSH, puesto que tambiCn t'·l ntrihuyt• •'• Mmi11 Jnmnynr ¡un·t'i'.a posihh~. «W. Tiihbe. - Die SlellunJ( dcr lwil. 11wmus ,.,, ..lt¡uiu /.11 dt·r ('lllhc/kcklt·m l:'mp/'ilngnis cier Goflesmu/ler. Munsll·r I H!I~. pot).!. ·lli. J.o mismo dkt·n los l~ditorcs de S. Buenaventura: · Cluontlt•r"''"~"tl•·nlt"> vno aurton·s tlin·ndnm, quod su· hiato inani timore, i11 quo \'(•rsahnnlur, sdlirl'l. ...m• maduritas Ecclcsiae, vel ~¡~c~~r~:~t~~tl~~r:g~~~ 1 i 1 i~ 1 :;:r~¡:;~.~~~'~~:~~· ~¡~~~:~:~'¡'!~ia~J'¡rc;,~~~~i~~~~~~ m¡sNf~~~ 09. 111.

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